Limita al Norte con la región del Noroeste, al Este con las sierras
Pampeanas y la llanura pampeana, al Sur con la Patagonia andina y
extrandina y al Oeste con la república de Chile. Pueden distinguirse
tres subregiones:
1) La zona montañosa, subdividida en Cordillera de los Andes y
Precordillera de La Rioja, San Juan y Mendoza
2) Los oásis de riego
3) Las planicies del Este.

La diferencia entre la Cordillera y la Precordillera es
fundamentalmente geológica: los Andes del geosinclinal son el elemento
orogénico más moderno, tratándose de una antigua cuenca marina, angosta y
alargada, cuyos sedimentos fueron plegados y levantados hasta las
mayores alturas durante el Cenozoico, con acompañamiento de efusiones
magmáticas. La Precordiliera está compuesta por sedimentos paleozoicos
plegados en esa era y levantados luego por la orogenia andina; hacia el
Este está separada de las Sierras Pampeanas por una línea de fractura
caracterizada por una intensa actividad sísmica. Los Andes Áridos o
Centrales presentan dos cordones: el occidental, por el cual corre el
límite argentino-chileno, es casi continuo presentando pasos de gran
altura, lleva la divisoria de aguas naciendo en ellos ríos caudalosos
que corren por valles estrechos sembrados de escombros. Desde el Sur de
Mendoza y hasta aproximadamente los 37° S, se prolonga en los Andes de
Transición que presentan más nieve en las cumbres y mayor vegetación al
variar las condiciones climáticas. El cordón oriental, llamado también
Cordillera Frontal, se presenta en forma discontínua por estar
seccionado por los valles transversales de los ríos que bajan desde el
Oeste; en él se encuentran las más altas cumbres (Aconcagua, Tupungato,
etc). Una serie de valles estrechos localmente denominados cajones,
separan ambos cordones, caracterizados por su gran aridez. Entre los
cerros Aconcagua y Tupungato el aspecto de la cordillera comienza a
cambiar, aparecen extensos glaciares y más al Sur volcanes (Overo,
Peteroa), acompañados por grandes extensiones cubiertas de escorias y
mantos de lava. Al Este de los Andes áridos se ubican una serie de
amplios valles longitudinales (Rodeo, Iglesia, Barreal y otros) en los
que predominan materiales gruesos provenientes de la desagregación
mecánica de las rocas cordilleranas, pero que poseen sus fondos chatos
cubiertos de materiales muy finos.

El Valle de Barreal es una cuenca sin desagüe, cuyo fondo está
ocupado por el barreal del Leoncito, mientras que el valle de Uspallata
está atravesado por el Sur por el río Mendoza. Se encuentran aquí una
serie de oasis de riego, entre los que se destacan Calingasta y
Uspallata; estos valles separan a la cordillera andina de la
Precordillera. cuyas cumbres carecen de nieves persistentes. Un reducido
número de ríos atraviesan la Precordiliera por valles angostos, al
término de los cuales forman extensos conos de deyección conectados con
las planicies. Este material fino ha servido de asiento a importantes
oasis de cultivo, en la sección Norte se destaca el de Jáchal y más al
Sur los principales del área: el de San Juan y el de Mendoza,
prolongados en el del Tunuyán. Los ríos que recorren estos oasis han
sido aprovechados para la producción energética y la obtención de agua
para riego, destacándose el embalse de Ullún.
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